diciembre 12, 2021
Volverán de Chile los cuadros de Ernesto Deira apropiados durante el pinochetismo. El aporte de ICOM Argentina en septiembre 2021.
Muestran la violencia política y la represión. Estaban en Santiago de Chile cuando fue el golpe de estado y se los creyó destruidos.
Clarín Cultura
10/12/2021
Finalmente, siete cuadros de Ernesto Deira (1928-1986) están a punto de regresar a la Argentina después de 50 años retenidos en Chile. El conflicto se ha destrabado tras una serie de negociaciones en los últimos meses entre las autoridades del Museo de Arte Contemporáneo de Chile (MAC) y la familia del artista plástico argentino.
El embajador trasandino, Nicolás Monckeberg Díaz, intervino en el asunto para acercar a ambas partes. Este viernes los papeles se firmaron con el cónsul Alejandro Bravo Forster. Por eso, este mediodía, Silvina y Martin Deira -los hijos del artista- firmaron el acuerdo en el consulado chileno en Buenos Aires. Se trata del primer gran paso tras un insistente reclamo de 18 años.
Ahora, resta la rúbrica de Ennio Vivaldi Véjar, rector de la Universidad de Chile, ante la presencia del embajador argentino Rafael Bielsa y de su par trasandino (Monckeberg) en Chile, y la posterior entrega de las pinturas para que finalmente sean exhibidas en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires. Se estima que los cuadros llegarán al país a mediados de enero de 2022.
Qué dice el acuerdo
Entre los puntos más salientes del acuerdo figura que las pinturas de Deira permanecerán en el Bellas Artes durante tres años en calidad de comodato. El museo podrá exhibir las obras. Una vez superado ese plazo, su familia podrá conservarlas.
Sin embargo, no podrán vender los cuadros por separado: la colección de la obra tendrá que estar completa en caso de una futura venta.
Deira, Primer Premio de Pintura de la Academia Nacional de Bellas Artes en 1967, murió en 1986 en París con la convicción de que sus cuadros habían sido quemados.
“Vamos a entregar un cuadro en carácter de donación al museo MAC en señal de agradecimiento”, aseguró Silvina Deira a Clarín, tras firmar el acuerdo en el consulado de Chile en Buenos Aires.
Esta cláusula también figura en el contrato de restitución de los cuadros de Ernesto Deira.
Una historia difícil
Identificaciones es una serie de siete cuadros del célebre artista argentino, que integró el grupo de la Nueva Figuración. Estas pinturas en blanco y negro presentan una fuerte connotación política, con personajes mutilados en alusión a la muerte del Che Guevara y a la Guerra de Vietnam. En 1971 fueron exhibidos por única vez en el espacio de la galerista chilena Carmen Waugh, en Buenos Aires.
Ese mismo año, siete de las ocho pinturas cruzaron la cordillera y fueron exhibidas en la Sala Universitaria del Instituto de Arte Latinoamericano de la Universidad de Chile, entre el 9 y 30 de noviembre, con motivo de la visita de Fidel Castro a Santiago. Las obras de Deira iban a ser enviadas a La Habana pero el artista cambió de opinión. Las autoridades trasandinas interpretaron que esas pinturas iban a ser donadas, algo que nunca no ocurrió.
El 11 de septiembre de 1973 se produjo el Golpe de Estado en Chile: el ex presidente Salvador Allende fue derrocado por Augusto Pinochet, quien ordenó la destrucción de las pinturas.
Deira murió en 1986 en París con la convicción de que sus cuadros habían sido quemados. Pero, en 2003, el pintor Luis Felipe “Yuyo” Noé, amigo del artista y también integrante de la Nueva Figuración, se enteró que las siete pinturas permanecían intactas en un depósito del MAC en Chile.
Desde entonces, sus hijos iniciaron innumerables gestiones con autoridades diplomáticas, gubernamentales y universitarias de Argentina y Chile para que los cuadros de su padre fueran devueltos. En 2008 el MAC exhibió los cuadros de Deira con la promesa de devolverlos. La exposición contó con la curaduría de María José Herrera, quien fuera directora artística del Museo de Bellas Artes.
Entonces, se intensificaron los reclamos formales con embajadores y diplomáticos chilenos, con las autoridades del MAC y de la Universidad. Sólo faltaba la firma del rector Vivaldi Véjar para concretar la restitución. Pero en 2019 la repatriación se había frenado nuevamente a raíz del cambio de autoridades en la sede diplomática y en la Universidad de Chile. Esta última admitió la documentación presentada y reconoció a los titulares de dominio de las obras, pero invocó siete puntos como condición irrevocable para formalizar la restitución.
La familia Deira respondió cuestionando algunas cláusulas que figuraban en el convenio que consideraban inadecuadas. Sin embargo, no volvieron a tener contacto, ya que las autoridades chilenas jamás respondieron.
Entonces, los Deira formularon la denuncia ante la International Council of Museums (ICOM) para destrabar esta situación que llevaba 18 años.
Además, expresaron su posición mediante un comunicado.
“Los cuadros están, son nuestros. Ellos no tienen ni un papel legal que indique que los compraron, que hayan sido donados o se los hayan regalado. Sólo espero que me los devuelvan”, completó Silvina Deira. Mientras tanto, los cuadros de su padre permanecen retenidos en Chile desde hace 50 años.
La noticia tuvo repercusión mediática en ambos lados de la cordillera. El 4 de septiembre pasado, una publicación de Revista Ñ hacía referencia a los siete cuadros de Deira que aún permanecían cautivos desde hace 50 años en Chile. Los artistas chilenos y otras autoridades trasandinas se enteraron de lo sucedido y se solidarizaron con la familia del artista argentino.
“No hubo mala intención”
“Obviamente no hubo mala intención, hubo un delay durante un muchos años. Las negociaciones fueron muy trabadas. Estoy muy agradecida a la prensa por las notas que hicieron. Creo que hubo un tema de presión para que la sociedad estuviera al tanto de lo que estaba pasando con los cuadros de mi padre”, dijo Silvina Deira.
Las autoridades trasandinas tomaron cartas en el asunto. Incluso, el cambio en el rectorado del MAC de Chile (Cruz por Francisco Brugnoli) favoreció el acercamiento entre ambas partes.
En septiembre, el embajador Monckeberg por primera vez se comunicó con Jorge Marchesi, abogado de los herederos, para retomar las negociaciones. Después de 18 años de reclamos y de numerosas marchas y contramarchas por cuestiones políticas, administrativas y burocráticas, la situación comenzaba a destrabarse.
El nuevo acercamiento ya era un hecho: “se convino en que el Museo de Bellas Artes tomaba durante tres años el comodato de las obras que se había hablado en su momento, como para que fuera un asunto entre naciones a pesar de que en un principio habían dicho que era un tema entre privados: la Universidad de Chile y los Deira”, remarcó la hija del artista.
Finalmente, los herederos prestaron conformidad este mediodía con la firma en el acuerdo en el consulado de Chile. Curiosamente, el documento hace referencia a la devolución de los cuadros con la palabra “entrega” de las pinturas de Deira. Se trata del primer paso para sellar el acuerdo. Precisamente, el 10 de diciembre, al cumplirse el 38° aniversario de la vuelta de la democracia a la Argentina.
¿Cómo es el segundo paso? Monckeberg llevará ese mismo documento a Chile, el 20 de diciembre, un día después del ballotage en el país trasandino. Ese día será clave, ya que se espera la firma del rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi Véjar, aunque podría efectivizarse recién en la primera semana de enero.
Luego vendrá el proceso de auditoría de los siete cuadros de Deira antes de regresar a la Argentina, después de 50 años. Después, el Bellas Artes hará un acto de entrega de los cuadros conjuntamente con la firma de un convenio de exposición y comodato por tres años. Se calcula que los cuadros llegarán en enero aunque podría demorarse un poco más por las elecciones en Chile. Si se concreta la firma de ambas partes, tan solo será cuestión de tiempo su regreso.
“Me gustaría que los cuadros de mi padre pudieran quedarse en algún museo. Es una colección para que la tenga el museo. No es para dividirla ni para tenerla en la casa”, destacó Silvina Deira. Además, estará la rúbrica de la entrega de otra obra de Ernesto Deira en la embajada, tal como figura en el acuerdo. Esa pintura estará exhibida en el MAC.
Después de tantos reclamos de su familia, los polémicos cuadros de Ernesto Deira están a punto de regresar a la Argentina: “Insistir, insistir, insistir. En algún momento las cosas se destraban. Era una cruzada personal que estos cuadros de mi papá volvieran al país. Si vuelven voy a estar muy contenta. No me quiero morir, pero con esto ya me puedo morir tranquila”.
PK